17centímetros

Estoy realizado un nuevo curso: «Función tutorial en el aula virtual del CRIF Las Acacias». a causa de ello me he visto en un pequeño aprieto. Come véis por mis últimos post, hace años que tengo abandonado este blog. No por falta de ganas sino por falta de tiempo y exceso de hobbyes/trabajos/proyectos, etc, etc,etc… y sobre todo, por un acontecimiento que  ya os conté en mi ultimo post  allá por 2009 que me llenó de desanimo. En fin no quiero aburriros.

Mi primer problema ha sido actualizar la versión de WordPress, que desde 2010 ha cambiado bastante (por suerte ha dado menos guerra de la esperada), el segundo, Hackear la base de datos del blog para recuperar mi usuario y contraseña (suerte que como ya sabéis tengo mi propio servidor).

Así que aquí estoy de nuevo con este post que simplemente es una práctica del curso que estoy realizando. Espero que me sirva de excusa para retomar el blog una vez revisados con calma los pluging, secciones, hipervínculos, implementación de plantilla responsive, etc.

El curso

Función tutorial en el aula virtual del CRIF Las Acacias. pantalla principal del curso

La verdad es que me parece un tanto prematuro, hacer un análisis del trabajo realizado en este curso, ya que estamos en sus comienzos. Y especialmente porque no he podido saborearlo pausadamente como suele ser mi costumbre. Desgraciadamente, el comienzo de la actividad ha coincidido con una hospitalización prolongada de mi madre que ha culminado con una intervención quirúrgica, unos días de trabajo complicado en la Escuela de Arte y la puesta en marcha de un exposición que voy a realizar en el Museo Antropológico. De cualquier modo vamos a intentarlo.

Debo empezar comentando, que no es mi primera experiencia con las Aulas virtuales y la plataforma Moodle. Como algunos ya sabéis desde 2010 dejé Castilla-La Mancha (laboralmente), para formar parte; con destino definitivo; de la plantilla de las Escuela de Arte Nº 10 de Madrid como profesor de medios informáticos. Desde entonces soy el responsable del aula virtual de la escuela, que cuando llegué tenía una decrépita versión 1,6. Actualizarla fué un verdadero suplicio, ya que tuve que readaptar, bases de datos, plugings, plantillas etc. Por lo que, aunque no soy ningún experto en esta plataforma, tengo, al menos, cierto conocimiento de su estructura y problemática.

He de decir, que considero Moodle una aplicación indispensable, útil y día a día más completa, pero que, sin embargo adolece de la frescura y el carácter intuitivo de otros CMS. Moodle, en general es farragoso y su navegabilidad deja mucho que desear. Así que mi primera sorpresa al comenzar el curso ha sido el lavado de cara que se ha hecho a la plataforma para este curso, facilitando, en la medida de lo que posibilita éste gestor de contenidos, la realización de las tareas. No debo decir lo mismo de éstas en si, que en algunos casos me han parecido sencillas y en otros demasiado ambiciosas para un comienzo del curso.

• Los casos prácticos eran pertinentes y adecuados. Obligándonos a estudiar las normas del CRIF y a reflexionar sobre los modos mas adecuados para encauzar a los alumnos con firmeza pero sin herir sensibilidades.
• La apertura de bloques, era necesaria como paso inicial a la tutorización y gestión de tareas.
• El video de presentación, sin embargo, suponía un salto cuantitativo en cuanto a volumen de trabajo, pericia técnica y ruptura con el miedo escénico, especialmente con los parámetros especificados para una realización óptima. Es cierto que el video de presentación es el primer paso en el orden cronológico del cominenzo de un curso, pero no debería ser así en el proceso de aprendizaje. Es muy fácil para cualquiera de nosotros, comunicarnos a través de medios escritos, incluso todos, como profesores que somos, estamos acostumbrados a hablar en público ante pequeños auditorios, pero la cámara… la cámara tiene un algo especial que intimida y que requier un lento proceso de acomodación. Hay que sumar a esto, la necesidad para la realización de la tarea de aprender el manejo de una aplicación de edición de video. Si, ya se que ahora existen muchas que son intuitivas y fáciles de manejar, pero hay que aprender a usarlas, y la mayoría de ellas son poco profesionales, ofreciendo toda una batería de trucos de feria ( transiciones, efectos, etc.) bastante manidos. Yo he optado por usar Adobe Premiere, una herramienta que hacía años que no colocaba delante de mis ojos y en la que ya no era capaz ni de reconocer la interface. Una decisión demasiado ambiciosa, que ha hecho de esta taréa algo verdaderamente tedioso de cuyo resultado no estoy del todo satisfecho. Aquí tenéis la prueba:

• El blog. En este caso, como ya he comentado antes, encuentro prematuro hacer un análisis serio, tanto de contenidos como de experiencias del curso, pero por otro lado, el concepto de convertir esta actividad en el comienzo de un «cuaderno de bitácora»  de nuestro paso por el curso, reconozco que resulta sugerente. La verdad, es que como diseñador gráfico y profesor en una escuela de arte, el enunciado de la tarea me despistó totalmente. Entiendo que un «porfolio» es otra cosa, más bien un curriculum ampliado de obras y actividades profesionales, que un blog en el que mediante mensajes relatamos nuestras experiencas y apreciaciones de manera subjetiva.Además, al igual que en el caso de la anterior tarea, requiere un proceso de aprendizaje o un conocimento previo del manejo de un blog. Es cierto que blogger o WordPress son bastante intuitivos, pero incluso siendo así el hacerse con los mandos de su Back-end requiere una cierta inversión de tiempo.

De cualquier modo, pido disculpas por no haber podido volcarme más en las tareas encomendadas y por no participar en los foros como habría querido y quier agradecer a nuestro tutor la paciencia, profesionalidad y comprensión que ha demostrado en el desempeño de sus funciones. Espero que poco a poco pueda estar a la altura.

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